En un momento regido por lo audiovisual, donde un constante bombardeo de imágenes y sonidos domina y dirige el imaginario colectivo, presentamos ATOM, un proyecto estético que pretende rescatar el valor de la imagen y la música como lugar de reflexión.
La propuesta insiste en la necesidad de detenerse y tomar distancia respecto de la imagen, como forma de repensarlas a través de la temporalidad que le otorga el sonido. En este sentido mientras que lo audiovisual se ha instalado en la di-versión (fórmula de escape), buscamos constituirlo como terreno de con-versión (de repliegue del receptor sobre sí mismo).
Consiste en una serie de obras que presentan un conjunto de conceptos a partir de una experiencia audiovisual, compuesta por una breve pieza musical y visual. La síntesis de la imagen fija y la música, el minimum audiovisual, configura una nueva perspectiva sobre el movimiento, expresado como narración en la obra. Es la duración la que le otorga su carácter audiovisual, impulsando al espectador a crear movimiento a través de la trama/narrativa musical y permitiendo al espacio visual modificarse con él.
De este modo se recupera la atención y el respeto por la obra, destruyendo al sujeto como obstáculo hacia ella.